martes, 14 de junio de 2011

El destino no quería y yo me empeciné

 Soy una persona de esas que hablan mucho, pero mucho, por los codos, pero la verdad es que por teléfono no demasiado.Soy más de caña o café y su cháchara correspondiente que de colgarme al móvil una hora, pero hace cosas de dos meses la envidia insana de las blackberys y el acceso a internet me hicieron replantearme mi tarjeta de prepago y decidí aventurarme a un contrato para que me "sobornasen" con un suculento terminal. Llamé a un par de operadoras y al final me decidí, y me dí de alta en un contrato vía telefónica. Al cabo de un par de días me llamaron de mi compañía para hacerme la contraoferta, la cual no quise ni escuchar (sino es que me lían..). Llega el día el que tiene que realizarse el cambio y llegarme el terminal y ni una cosa ni la otra, llamo a la compañía con la que solicité el alta y me dicen que lo han cancelado a petición mía por aceptar la contraoferta de mi compañía original. ¡Qué indignación!
Así no se puede, trece días de espera para nada, llamo y llamo a una y a la otra y ambas me dan largas, no hay manera cada uno inventa un motivo y me remiten a la anterior compañía.



Es extraño como parece que en estas circunstancias la persona u operador de telefonía (Dícese de la persona capaz de esquivar todas tus consultas y cargarte el pack mega súper dúo dinámico de ADSL) hablamos idiomas diferentes. Al final, nadie me solventó nada, repetí la misma jugada de activar mi alta y migración a otra compañía vía telefónica y un mes después volví a estar en la misma situación entre Pinto y Valdemoro. Como en mi agenda diaria no me sobran 4 horas diarias para lidiar con un telefonista que ni quiere ni pretende resolver mi problema, decido aguantar el llanto y me armo de paciencia. Y  por última y tercera vez me vuelvo a dar de alta del mismo medio.



¡Ay cuánta ingenuidad hay en mí! Y otra vez damas y caballeros, una tercera vez más me vuelven a hacer lo mismo... esta vez eso si, después de infinidad de llamadas me dicen que claro, que es imposible que me hayan intentado pasar a contrato ya que si el usuario proviene de prepago hay que hacerlo en una tienda autorizada. Anda...y entonces cómo es posible que me hayan hecho la grabación de verificación de datos varias veces, que me hayan contado mil historias para no dormir. En fin... Al final ya de perdidos al río, y si por culpa de un par de ineptos yo he perdido tiempo, muuuuucho tiempo ahora perderé un poco más. Resuelvo en hacer un par de llamadas, en cada una de ellas solicito el nombre de cada uno de los operadores con los que trato. Solicito número de fax de ambas compañías y un correo electrónico con el que comunicarme con ellos. Vía escrita, tramito mi reclamación, adjuntando obviamente todas las respuestas y "soluciones" que se me han proporcionado. Hay que tener en cuenta que estos trámites siempre son lentos, las cosas de palacio van despacio, y a día de hoy en España el sistema de arbitraje (Que es el que concierne a los temas de consumo) está absolutamente colapsado, pero en fin, menos da una piedra. Al final la compañía "nueva" tendrá que indemnizarme por el plazo comprendido desde la segunda alta hasta la fecha de recepción de mi reclamación por fax, y la compañía original de la que partía tendrá que hacer lo mismo por el período que pasé al haber cancelado a petición "mía" el cambio de compañía. Lo cual me lo voy a tomar como un pequeño premio a la paciencia...